La filosofía
de alimentación que propongo considera como base nuestra evolución,
sin preocuparse mucho de las calorías (aunque debes tener una idea de las
que necesitas), comiendo cuando tienes hambre y ayunando cuando no.
Es
sencillo de implementar, intuitivo, y te permitirá mantener tu peso ideal de
una manera saludable, sin añadir más complejidad a tu ya ajetreada vida.
Sin
embargo, a muchos nos interesa entender más profundamente cómo funciona nuestro
cuerpo y conocer qué palancas podemos activar para lograr resultados más
específicos.
En
las últimas semanas, he presentado dos de estas palancas, bastante diferentes,
para casos particulares. Una son las dietas cetogénicas, que nos permiten
‘despertar’ vías metabólicas rara vez utilizadas por la mayoría de la población
actual, eficientando la quema de grasa (aparte de otros beneficios para la
salud). Otra palanca es casi la contraria, aumentar los carbohidratos para
lograr subsanar algunos problemas que se presentan en ciertas personas cuando
siguen de manera prolongada dietas bajas en calorías y carbohidratos.
Hoy
voy a presentar una tercera estrategia que puedes incorporar a tu «caja de herramientas».
Consiste realmente en alternar las dos anteriores, intentando
aprovechar lo mejor de ambos mundos: la capacidad ‘quema-grasa’ de las
dietas bajas en carbohidrato y el factor ‘crea-músculo’ de los carbohidratos.
Bienvenido al
apasionante mundo del ciclado de carbohidratos.
¿POR
QUÉ FUNCIONA?
Como
ya sabes a estas alturas, las hormonas son los actores principales en
la regulación de tu peso. Y los protagonistas de la película (o quizá debería
decir directores) son sin duda la insulina y la leptina. Quien
controla estas hormonas controla su salud (y su peso).
A
medida que disminuye tu grasa corporal, también disminuye el nivel de leptina.
Recuerda que la leptina es la hormona que suprime el apetito (al aumentar su
nivel), pero también influye en el gasto energético, a través de su efecto
(directo e indirecto) en la tiroides, y por tanto en el metabolismo.
En
una persona delgada, puede ocurrir que sus niveles de grasa sean
suficientemente bajos como para que el nivel de leptina se reduzca (a
menos grasa menos leptina) y su cerebro perciba por tanto que no hay suficiente
comida en el entorno, decidiendo que debe ahorrar energía. El resultado es un
metabolismo más lento, y un cuerpo ‘reacio’ a quemar grasa porque corren
tiempos difíciles.
En
estos casos, un aumento periódico y limitado de carbohidratos aumenta la
leptina e indica a nuestro cuerpo que las cosas han cambiado, y parece que
ahora hay suficiente energía para sobrevivir, así que te anima a divertirte y a
explorar: salir a pasear, jugar, tener sexo (baja leptina = bajo libido)…,
en resumen, la vida con un nivel constantemente bajo de leptina puede ser muy
triste :(.
Otro
beneficio de realizar recargas periódicas de carbohidrato es que induce a la
construcción de músculo (si entrenas tu fuerza, claro). Las dietas bajas
en carbohidrato suelen ser también relativamente bajas en calorías, por su
capacidad saciante. Esto tiene muchas ventajas, pero es cierto que un
déficit calórico continuo no ayuda a desarrollar músculo.
Obviamente
estoy simplificando un proceso mucho más complejo, pero a efectos prácticos,
esto es lo importante.
Hasta
hace pocos años, estas estrategias eran conocidas principalmente en los
círculos de culturistas y otros obsesionados con el control del cuerpo, pero
tenían poco respaldo científico. Hoy empezamos a conocer con más detalle por
qué funcionan, y aparecen los primeros estudios sobre sus bondades.
¿PARA
QUIÉN?
Si
necesitas perder mucho peso, no te compliques la vida con ciclado de
carbohidratos. Te irá mucho mejor manteniendo los hidratos controlados (y las
calorías) el mayor tiempo posible, con alguna «recarga» estratégica si
te estancas mucho tiempo o te encuentras débil.
Si
te sobra mucho peso, con alta probabilidad tienes algún grado de resistencia a
la insulina y a la leptina. En este caso, aumentar los carbohidratos con mucha
frecuencia sólo empeorará el problema.
Si
estás muy delgado y quieres ganar músculo (más de 5-10Kg de músculo), el
ciclado de carbohidratos te puede funcionar pero es lento. En este caso
crecerás más rápido con una dieta en general moderada/alta en carbohidratos
‘limpios’, con alta carga calórica (pero también ganarás más grasa).
El ciclado
de carbohidratos es por tanto ideal para aquellas personas que están ya en un
peso adecuado (o cerca), con niveles de grasa corporal razonables (por
debajo de 15-16% en hombres y de 22-23% en mujeres), pero que desean un ‘ajuste
fino’, perdiendo algo de grasa y ganando algo de músculo a la vez (el
santo grial). Estas personas no tienen problemas de resistencia a la insulina o
a la leptina, y en ellas, un incremento puntual de leptina puede ayudar a
convencer a su cuerpo de que no hay riesgo en deshacerse de esa persistente
capita de grasa que se mantiene sobre la barriga.
MÉTODOS
DE CICLADO
Las
opciones de ciclado son múltiples. A poco que revises la literatura encontrarás
varias decenas de métodos con distintas combinaciones. Yo me centraré en las
más básicas y fáciles de implementar, que según mi experiencia te van a dar
prácticamente los mismos resultados que cualquier otra combinación más
compleja, sin demasiados ‘quebraderos’ de cabeza.
Método 1) 5 días
bajos, 2 altos
Si
tu objetivo es perder algo de grasa manteniendo el músculo, prueba esta
opción. Dieta baja en carbohidratos cinco días y alta dos. Lo bueno de este
enfoque es que es sencillo, al encajar con la forma en la que solemos
organizar nuestra vida semanal. Los días de trabajo eres más estricto con los
carbohidratos, y el fin de semana, por lo general con más eventos sociales, te
sueltas un poco el pelo. Incluso haces una comida trampa.
Método 2) 5 días
altos, 2 bajos
Si
tu objetivo es ganar músculo minimizando la grasa acumulada, ésta es quizá
mejor opción. 5 días altos en carbohidrato (y proteína), seguido por 2 bajos en
carbohidrato. El problema es que si utilizas el fin de semana para los días
bajos en carbohidrato, no serás muy popular entre tus amigos, pero ya hemos
pasado esa etapa, ¿no? :).
Intenta
concentrar los entrenamientos más duros durante la semana, para intentar que la
glucosa extra se utilice para construir músculo, y descansa (o entrena ligero)
el fin de semana.
Método 3) Días
Alternos
Consiste
en alternar un día alto en carbohidratos con un día bajo, así de fácil. No te
puedes regir por el ‘calendario laboral’ pero es relativamente sencillo
mantenerlo. Otro beneficio de este enfoque, es que si eres de los que tiene
muchos ‘antojos’ por los carbohidratos, sabes que sólo tienes que aguantar un
día para comerlos, y no toda la semana como en el segundo método.
Al
igual que en los casos anteriores, entrena fuerte los días en los que consumes
más carbohidrato y baja el ritmo (o descansa) los días bajos en carbohidrato.
Otros enfoques
Estos
son ejemplos de las alternativas más sencillas y prácticas. Encontrarás
información de métodos de ciclado que incorporan también días intermedios, algo
como: Lunes alto, martes medio, miércoles bajo… No hay estudios serios que
avalen que esto funciona mejor que una estrategia más sencilla (con días altos
y bajos), y creo que la complicación adicional que requieren no merece la pena.
Si tienes que estar mirando en el calendario qué día es y comer muy diferente
en función de eso, lo más probable es que abandones.
¿CÓMO
COMER EN CADA CICLO?
Como
su nombre indica, estás ciclando carbohidratos, pero también estás
ciclando calorías. Deberías tener un deficit calórico los días bajos en
carbohidrato y un exceso calórico los días altos en carbohidrato. Podrías
apuntar a estar 5-15% por encima los días altos en carbohidrato y 10-20%
por debajo los días bajos en carbohidrato.
Día alto en
carbohidrato
·
4-6
gramos de carbohidrato por Kilo de peso corporal.
·
1.5-2
gramos de proteína por Kilo de peso corporal
·
Grasa
para completar las calorías restantes.
Día bajo en
carbohidrato
En
estos días, puedes utilizar desde un enfoque cetogénico (con
menos de 40-50 gramos totales de carbohidrato) hasta uno más elevado (1-3
gramos de carbohidrato por Kilo), manteniendo constante la proteína y
aumentando la grasa. Dependerá de tus objetivos y tipo de entrenamiento.
Si
quieres más detalle sobre como organizar tu alimentación y entrenamiento no
olvides revisar los programas.
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